El Papa enciende el Cirio de la Fe

El Papa enciende el cirio de la fe

A falta de dos semanas para que se cumpla un año de la renuncia de Ratzinger, el Papa Francisco aporta cada día más luz al cirio de la esperanza. Bergoglio habla cada mañana desde la capilla de santa Marta, para aportar claridad a todos los cristianos y personas con el espíritu abierto a los designios de Dios. Un hombre que pronto cumplirá ochenta años, pero que demuestra, una y otra vez, tener la fortaleza de un joven adolescente. Sus homilías diarias no paran de dar titulares repetidos por medios de comunicación de toda índole. Y es que, los mensajes del Papa alumbran desde roma como un cirio a toda la cristiandad.

El Papa Francisco dista mucho de la figura eclesial a lo que han acostumbrado sus antecesores. Con las excepciones de Juan XXIII y Juan Pablo II. Este Papa supone una luz renovada. Una revolución para la Iglesia que camina hacia el Señor. Un hombre que ha sabido desmenuzar las verdades evangélicas y alumbrarlas con el cirio de lo cotidiano. Pronunciando frases memorables y cargadas de razón. Como en una de sus últimas intervenciones a propósito del próximo mundial de fútbol: «¿Eres capaz de gritar cuando tu equipo hace un gol y no de cantar las alabanzas del Señor?» En estas palabras se trasluce el espíritu evangelizador del Santo Padre, que no teme revelarse ante las injusticias, pero de una manera certera.

El "Papa de los pobres" encendió el cirio de la fe con su primera encíclica "Lumen Fidei" y no deja de llamar la atención para que se eliminen las barreras sociales que lastran a la felicidad y el desarrollo de las personas. Los ecos de sus mensajes se repiten en prensa y matinales radiofónicos. Como su alocución sobre la usura de algunos banqueros y políticos: «No es cristiano y no es humano, que una familia no tenga para comer porque tiene que pagar el préstamo a los usureros». Son palabras del Papa que ha encendido en los pobres, no solo de espíritu, el cirio de la fe. De hecho, se calcula, que en los nueve meses de su pontificado al frente de la Iglesia, el número de fieles que acuden al Ángelus dominical se ha triplicado.

El Santo Padre Francisco se ha ganado el apelativo, despertando el ánimo y avivando la fe de cuantos escuchan sus mensajes, sin tapujos. Un mensaje lleno de verdad que no se puede apagar, que es perenne, como el Cirio Pascual. Un llamamiento a vivir según las normas de Cristo, a vivir como hermanos con la mirada puesta en Dios.