La leyenda del Cristo del Cachorro de Sevilla 

En el Barrio de Triana se encontró a finales del XVI una imagen de una Virgen en el fondo de un pozo, seguramente escondida por los cristianos durante la invasión árabe. Los vecinos con gran devoción, decidieron construir una Capilla para ella. Como era costumbre en la ciudad al poco se fundó su Hermandad. Al siglo siguiente, se constituyó otra hermandad, Nuestra Señora del Patrocinio. En 1689 ambas Hermandades se fusionaron con el nombre de Hermandad de la Sagrada Expiración de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima del Patrocinio.

Se dice que hacia 1682 la Hermandad necesitaba un Cristo y le encarga la talla al escultor utrerano Francisco Antonio Ruiz Gijón. El escultor se encerró en su taller buscando esa imagen que lo conmocionara a él y a la Cofradía. Pero no lograba encontrarla en su mente. Una noche decide salir a dar una vuelta para despejarse y presencia una reyerta. Al parecer la mujer de un payo estaba cometiendo adulterio con un gitano apodado “El cachorro”. El payo sabiendo que el gitano iría a la Venta la Vela decidió ocultarse cerca para agredirlo en cuanto lo viera aparecer. Siete puñaladas le asestó el payo al gitano. Ruiz Gijón que andaba por allí cerca al escuchar el revuelo, se acercó para ver qué sucedía. Cuando vio la cara del cachorro en el último suspiro de vida, encontró la inspiración para su talla. Como curiosidad hay que decir que la talla presenta un ojo marrón y otro verde.

Desde entonces todo el mundo afirmaba que el parecido de la talla con el personaje del “cachorro” era asombrosa, de hecho cuando salió por primera vez esta imagen todo el mundo exclamaba: ”Mirad si es el cachorro!”.

Cuando se investigó el asesinato se comprobó que el gitano visitaba a una mujer en Triana, pero que era su hermana bastarda y que la visitaba en secreto para no perjudicarla en ningún caso. Habían matado al cachorro por error...

Curiosamente hay quienes afirman que el auténtico Cristo de la Expiración se encuentra en el Cementerio de Sevilla, donde se albergó para rescatarlo del incendio que sufrió la Capilla en 1973 y que la imagen original se sustituyó por una réplica realizada por los restauradores.

Hay otra leyenda que afirma que “El Cachorro” era una expresión muy utilizada por los literatos del Siglo de Oro y que su origen está en el “Cachorro del León de Judá”.