La Junta deja fuera de la Catedral a las hermandades de Córdoba

17/11/2015

El rifirrafe de la Junta de Andalucía con las hermandades de penitencia de Córdoba podría haber acabado hace unos días, cuando la Junta de Hermandades y Cofradías de la capital dio el visto bueno unánime para que todas las hermandades pudieran entrar en el primer templo cristiano de Córdoba a realizar la estación de penitencia. Sin embargo, ahora entra en el conflicto una tercera institución, la UNESCO, a la que la Junta ha acudido para que se exprese sobre la idoneidad o no de realizar modificaciones en una de las puertas, necesarias para la entrada de los pasos cordobeses.

En ciudades como Cádiz y Sevilla es costumbre que las hermandades realicen la estación de penitencia en su salida procesional de Semana Santa en la catedral correspondiente. En Córdoba la tradición no cuajó hace varias décadas, cuando se impuso se forma provisional. Ahora la Junta de Andalucía y las hermandades habían llegado a un acuerdo que permitiría que las 37 cofradías cordobesas hicieran la estación de penitencia dentro del templo.

Modificar la carrera oficial de la Semana Santa de Córdoba es una cuestión de peso. El centro urbano tiene calles que para nada se pensaron para el paso de palios y misterios. Las calles estrechas, los balcones sobresalientes, las esquinas… son obstáculos urbanísticos que obligan a realizar un concienzudo estudio para determinar qué calles del centro histórico podría formar parte de la carrera oficial, necesaria para llevar a las hermandades hasta la Catedral.

Este año, en una histórica reunión a la que asistió de forma extraordinaria el obispo de Córdoba, las hermandades aceptaron por unanimidad llegar hasta la Catedral, lo que venía motivado por el visto bueno de la Junta de Andalucía, que autorizaba la reforma para permitir el tránsito de los pasos dentro del templo. Sin embargo, la solicitud de un informe a la UNESCO, puede obstaculizar la iniciativa.

A este retraso se suma la complejidad de trasladar la carrera oficial al centro y la imposibilidad de que diez de los setenta pasos que hacen salida procesional en la Semana Santa puedan entrar en la Catedral por sus dimensiones, aun abriendo una segunda puerta. A la alteración de esta puerta se niega también la familia del artesano que construyó la celosía de madera, siendo cada vez más difícil conseguir que las hermandades hagan su estación de penitencia en el templo cordobés.

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