España cuenta con un gran número de procesiones más que singulares 

Cuando hablamos de procesiones, el imaginario colectivo apela a ciudades como Málaga o Sevilla. Pero el territorio español tiene una gran cantidad de procesiones, algunas realmente singulares y también muy conocidas. Entre las procesiones españolas más peculiares se encuentran:

La Procesión de las Palmas (Elche, Alicante Domingo de Ramos)

Una procesión documentada desde el año 1371 y que está declarada como Fiesta de Interés Turístico Internacional. Cada año una Cofradía diferente es la encargada de llevar el paso de la Borriquita. Una procesión que rememora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén con las palmas como protagonistas; de hecho Elche es la única ciudad española en la que se sigue trenzando la palma de forma artesanal. Después de la celebración los fieles cuelgan las palmas en los balcones para proteger las casas.

La Danza de la Muerte (Verges Girona Jueves Santo) 

Esta celebración es considerada por muchos la más antigua de toda Cataluña. El origen de esta procesión se remonta al s.XIV cuando la peste invadió la ciudad y sus habitantes creyeron que era  un castigo divino por no tener un buen comportamiento como cristianos. Desde entonces todos los Jueves Santo un grupo de 10 esqueletos recorren las calles para recordanos que la vida es corta y que la muerte aparece cuando menos se espera.

Las turbas (Cuenca madrugada del Viernes Santo)

Las turbas o la Procesión Camino del Calvario remonta sus orígenes a 1616. El nombre de turbas hace referencia a un grupo de nazarenos que representan la mofa a la que se vio sometido nuestro Padre Jesús de camino al calvario, acompañados del sonido de tambores y clarines. Su origen no está del todo claro; hay quienes señalan el origen en el motín del tío Corujo, una protesta por la subida del pan o en una protesta de nazarenos de bajo estatus social a los que se les prohibió desfilar en las procesiones.

La diablesa de Orihuela (Alicante Sábado Santo)

La Diablesa de Orihuela, es la única procesión en España en el que aparece el diablo y además en forma de mujer. Realizada por el escultor Fray Nicolas de Bussy, la adquirió el gremio de Labradores de 1695. Desde entonces sale cada sábado Santo, aunque por sus particularidades tiene prohibida la entrada en la iglesia. Actualmente se alberga en el Museo Arqueológico San Juan de Dios.