La Procesión de las Palmas de Elche el Domingo de Ramos

Aunque ya hablamos de la Procesión de las Palmas de Elche en otro de nuestros artículos, hoy queremos dedicarle mayor espacio a esta fiesta declarada de Interés Turístico Internacional en 1997.

La Procesión de las Palmas de Elche viene a rememorar la fiesta que se celebraba en Jerusalén para celebrar la entrada triunfal de Jesucristo en la ciudad.

Poco a poco la tradición se fue difundiendo a través de los peregrinos que iban a la Ciudad Santa y acudían con fervor a la fiesta. Puede decirse que en la Edad Media la fiesta adquirió un gran auge. Poco a poco el acto de la Bendición de las Palmas, fue adquiriendo el protagonismo principal dentro de la fiesta.

La tradición de la actual Procesión de las Palmas de Elche se encuentra documentada desde 1371 en un Acta del Consejo Municipal, en el Archivo Municipal de la ciudad. Otro dato curioso que nos demuestra la antigüedad de la fiesta, son varias actas municipales de 1429 que hablan del encarcelamiento de varias personas en Valencia por vender Palma blanca.

Cada Domingo de Ramos Elche celebra su Procesión de las Palmas en la que miles de asistentes acompañan al trono de Jesús Triunfante con sus palmas blancas. Cuando acaba la procesión es costumbre colgar las palmas en los balcones para proteger los hogares.

La Palma Blanca tradición y costumbre en Elche

Lo cierto es que Elche exporta su palma blanca desde el s.XV a Europa, aunque la palma como elemento utilizado en las ceremonias parece ser que ya se utilizaba en época ibérica como se aprecia  la cerámica ibérica hallada en el poblado ibérico de Heliké (l´Alcúdia).

El trenzado de la Palma se ha convertido en una tradición familiar; de hecho hay familias que llevan realizando este oficio por más de 60 años. Corresponde a las mujeres de la casa, “las rizadoras”. Un trabajo difícil y laborioso que pasa de generación en generación. Los modelos oscilan entre los 5 cm para las palmas que van destinadas a las solapas de los trajes y vestidos hasta los 3.70 metros. Como curiosidad señalar que una vez trabajadas, las palmas se guardan en bolsas individuales y se introducen con azufre en cámaras frigoríficas hasta el día de su utilización.

Para todos aquellos que estén interesados en esta bonita y ancestral tradición, el Museo del Palmeral y el Taller Municipal de Artesanía de la Palma Blanca se encuentran en el Huerto San Plácido.