Al Rocío por Pentecostés

Las velas de la fe iluminan el camino hasta la ermita del Rocío en la pedanía almonteña. Como cada año se espera la participación de miles de peregrinos procedentes de puntos tan distantes como Bruselas, y hermandades más próximas como las procedentes de las poblaciones de Huelva y el Aljarafe.

Rocío 2015

Este año el encuentro en torno a la Madre de Dios vuelve a contar con una nutrida participación de agentes que velarán por la seguridad de todos los peregrinos, con más de 6000 personas en los dispositivos de control. Aunque los verdaderos protagonistas serán los peregrinos que de la mano de las 114 hermandades participantes harán el camino para ver a la Virgen del Rocío, la Blanca Paloma, la Madre de Dios, y presentar ante su sagrada imagen sus peticiones, la que cada uno lleva en su corazón.

El pasado domingo -17 de mayo- fue la Función Principal de la Hermandad Matriz del Rocío, presidida por el Obispo de Huelva, don José María Vilaplana Blasco. Previamente, desde el 8 de mayo, se vienen sucediendo en la ermita de Almonte las misas y novenas en honor a la Virgen del Rocío, con la participación de sacerdotes y comunidades cristianas procedentes de localidades próximas.

La Hermandad Matriz de Almonte comienza su peregrinación el miércoles 20 de mayo, tras una misa que se espera multitudinaria en el Alto del Molinillo. Tras el peregrinar, el viernes se realizará la acogida y saludo a las diversas hermandades que este año tienen al Rocío como meta. Algunas de ellas tradicionales y otras pondrán su Simpecado por primera vez ante la ermita de las marismas en este 2015.

Como es tradición, la Hermandad de Villamanrique de la Condesa, la más veterana de cuantas peregrinan al Rocío -data de 1388- será la primera en ser recibida en el santuario de la Madre de Dios. Concluye la recepción la Hermandad de Valencia, con el título de la 80ª Hermandad Filial del Rocío. El día antes se recibirán a la treintena restante, hasta sumar 114.

El Domingo de Pentecostés -24 de mayo- el prelado onubense presidirá la Santa Eucaristía de la Venida del Espíritu Santo, que nos legó a la Virgen del Rocío como mediadora entre nosotros y el Padre. Tras el acto -que será en horario de mañana- y una vez llegada la medianoche, será la imagen de la Blanca Paloma la que iluminará como una vela las calles de la aldea almonteña a hombros de los peregrinos.